Una tormenta perfecta. Eso es lo que ha estallado sobre el campo español. Así lo definieron los participantes en el anterior programa de Noticias Positivas, el primer Especial Voces del Campo, del que pudimos extraer muchas conclusiones y una certeza: esto va para largo, porque el problema no es que el sistema tenga muchos fallos, sino que el sistema es fallido por naturaleza. Por eso queríamos seguir indagando y profundizando, y de ahí este Voces del Campo 2. Habrá más especiales en el futuro. Porque es fundamental insistir para arrojar un poco de luz y para dar la voz a quienes deben ser los protagonistas, que son las personas que están al pie del cañón, todos los días. Concretamente, en este programa hemos conversado con Melitón López, de Amayuelas, donde fueron pioneros al poner en marcha un modelo de desarrollo rural basado en la ecología, y Gabriel Molina de A Regenerar, iniciativa de comunicación y aprendizaje sobre agricultura regenerativa. Esta tertulia especial nos deja un potente análisis de la situación que abarca diferentes niveles que van desde lo global a lo local. Melitón y Gabri denuncian de manera sólida y contundente la globalización neoliberal, que quiere un modelo de agricultura totalmente industrializado y mecanizado. Una agricultura sin agricultores, o con agricultores convertidos en maquinistas, como mucho. También son muy duros contra el diseño de la Política Agraria Común (PAC) de la UE, planteada desde los despachos y de espaldas a la realidad del campo. Igualmente se lanza una potente y fundamentada crítica contra la manera en la que se está llevando a cabo la necesaria transición a una agricultura más verde. No porque estén en contra de la agricultura ecológica. Todo lo contrario, es su modelo y lleva siendo el modelo de Amayuelas, por ejemplo, desde hace treinta años. El problema es que los paganos de esta transición verde están siendo los agricultores y no las empresas y sectores más contaminantes. Otro factor que influye sobre la precariedad del campo es la falta de poder de los agricultores a la hora de fijar los precios frente a la posición dominante de las grandes cadenas de distribución, que les obligan, a menudo, a trabajar por debajo de coste. Por no hablar —porque, efectivamente, poco se habla— de la especulación pura y dura en “los mercados” de futuros, no de abastos, en los cuales se lucran los fondos de inversión de manera vergonzante y, en ocasiones, criminal. ¿Qué hacer ante esta “tormenta perfecta”? La clave es volver a forjar alianzas. Se trata de recuperar el espíritu comunal que siempre ha sido fundamental en el campo. Estas alianzas son obligatorias a nivel local para crear nuevos canales cortos y directos, con menos intermediarios. También resultan imprescindibles para quienes quieran aprovechar las nuevas oportunidades que ofrece el mundo digital. Nuevas oportunidades no exentas de retos y de dificultades que plantean la necesidad de asociarse con quienes disponen de las herramientas y recursos adecuados. Y por supuesto, urge insistir y profundizar en la formación. No sólo de agricultores y ganaderos, también de los propios ingenieros agrónomos, a los que se les sigue inculcando un modelo agrícola que va contra la naturaleza y contra la vida. Un poco como aquella famosa escena de la locomotora que avanzaba al grito de “¡Más madera!” de los hermanos Marx. Hasta que, literalmente, se quedaban sin locomotora. Aquí urge plantear la pregunta: ¿Están colapsando nuestros sistemas agroalimentarios debido a esta policrisis económica, social y ambiental? El riesgo existe si seguimos por el mismo rumbo. Pero Otro Mundo Es Posible y otra agricultura, también. Y en Noticias Positivas vamos a seguir insistiendo en ello. Dando la palabra y el poder, el poco poder que tenemos, a quienes demuestran cada día que las cosas pueden ser de otra manera