En Noticias Positivas tenemos muy claro que el futuro será verde o será negro. Pero para que sea verde de verdad, y no verde muy muy oscuro, la transición deberá ser, además de ecológica, justa. Nadie se tiene que quedar atrás. No podemos permitir el sacrificio de ninguna persona ni de ningún territorio. Y eso es lo que está pidiendo el campo español. Dignidad, a fin de cuentas, para quienes dedican tanto esfuerzo y sabiduría en darnos de comer. En esta primera tertulia Voces del Campo —nuestra intención es que haya más— hemos hablado de problemas, y también de posibles soluciones, para el campo y desde el campo. Con personas que están al pie del cañón todos los días. Como los tres invitados a esta charla. Tres perfiles diferentes pero con un punto en común: su apuesta por la agricultura ecológica y regenerativa para dinamizar la España rural del siglo XXI. Así lo han dejado claro durante sus intervenciones Montse Escutia, ingeniera agrónoma y responsable del departamento técnico y de formación de la Asociación Vida Sana, la entidad organizadora de BioCultura, la feria en la que los productores ecológicos son los protagonistas; Paco Rodríguez, director técnico de Ecuorum, empresa dedicada a asesorar en la gestión innovadora, responsable y sostenible de fincas agrícolas, ganaderas y forestales; y Alfonso Chico de Guzmán, cofundador de la finca y pueblo regenerativo de La Junquera, una de las más grandes de este tipo en toda Europa. En poco más de una hora de debate con ellos se han abierto, como no podía ser de otro modo, multitud de melones: el envejecimiento del campo y la falta de relevo generacional; la necesidad de formar a agricultores, y también a ingenieros, en practicas regenerativas y ecológicas; el papel de la PAC europea y de nuestras administraciones públicas en general; las ineficiencias del mercado y el poder de intermediarios, grandes distribuidores y fondos de inversión; las decisiones que tomamos como consumidores, que también cuentan, y mucho; y por supuesto, la emergencia climática y la pérdida de biodiversidad, que son quizá las dos principales amenazas ambientales. Nadie dijo que fuera sencillo. De hecho, este es es quizá uno de los más gigantescos y complicados retos sociales, y ambientales al mismo tiempo, que nos toca resolver. La tarea es enorme, de dimensiones críticas, sin duda. Pero al menos estamos aportando nuestro granito de trigo. Y ya sabemos que así, granito a granito, es como se hace granero. Aquí os dejamos con el programa