Sin duda que el ecofeminismo es uno de los caminos más cortos hacia Otros Mundos Posibles en los ya no exista la explotación. En ninguna de sus formas: ni explotación de la naturaleza, de la que dependemos todas las personas; tampoco permitimos la explotación del ser humano, cualquiera que sea su etnia, sexo, género o condición; ni debemos aceptar, en coherencia, la explotación del resto de seres y de formas de vida que pueblan nuestro planeta. Por este motivo, hemos decidido que, en esta semana del 8M, queríamos hablar de ecofeminismo y de feminismos indígenas. Y lo hemos hecho en esta tertulia especial que ha contado con la participación de Dina Garzón, coordinadora de la Red Ecofeminista, y de Aimé Tapia, también miembro de esta red, además de profesora en la Universidad de Colima (México) y autora del libro, Mujeres indígenas en defensa de la tierra" (Cátedra). Entre las muchas enseñanzas que nos deja este videopodcast, queremos resaltar tres en concreto. La primera, que hace falta una auténtica alianza internacional e intercultural para avanzar en la agenda ecofeminista. La segunda cuestión es que debemos tener muy claras las prioridades de dicha agenda feminista. Y no distraernos del camino en ningún caso, y mucho menos para intentar responder a los mensajes del negacionismo. Porque el objetivo del negacionismo no es debatir ni intercambiar ideas, cuestión que es siempre interesante, sino torpedear la acción y evitar que la sociedad mire hacia donde debe mirar. Hacia donde debemos hacerla mirar. Por último, para que la sociedad mire hacia donde pensamos que debe mirar, habrá no sólo que convencerla, sino también que con-moverla. Para ello es urgente renovar el discurso. Y las aportaciones de los feminismos indígenas pueden ser muy útiles en este sentido. Ampliar la mirada no es una opción, sino un deber ineludible si queremos salir de esta encrucijada en la buena dirección.
