A escasos días para celebrar la Navidad y el año nuevo, los adictos en consumo consumirán más y los adictos en recuperación nos sentiremos un poco más bichos raros que de costumbre. Se pondrá a prueba nuestra serenidad para mantenernos limpios, y se desplegaran ante nosotros todo tipo de emociones que deberemos, una vez más, saber canalizar y no escabullir como habíamos hecho hasta ahora.
El testimonio de Amparo servirá, sin lugar a dudas, de ayuda y de esperanza a todos aquellos que empiecen a reconocer que tienen un problema con las drogas (alcohol, por supuesto, incluido).
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