La sociedad en la que vivimos sufre las consecuencias de las numerosas enfermedades que nos rodean y, como es natural, propone o impone medidas para paliar, en la medida de lo posible, los daños que nos ocasionan. Así lo
hace, por ejemplo, con el cáncer, informando como medida preventiva, y prohibiendo sustancias que lo provoquen.
El alcoholismo está declarado por la OMS como una enfermedad y en algunos países europeos se ha convertido en la primera causa de mortandad. El gasto que provoca a la sanidad pública, los problemas que ocasionan laboral
(absentismo) y legalmente, lo sitúan como un gravísimo problema a resolver. Sin embargo, en estos momentos, apenas encontramos medidas preventivas, no se da la información suficiente, y en muchos casos la permisividad legal provoca que se incentive su consumo.
Hoy lo denunciamos e iniciamos una lucha para paliar sus graves daños.