La palabra “psicodélico” viene del griego y se acuñó por primera vez en 1956 por el psiquiatra Humphry Osmond, que había estado investigando sobre la dietilamida de ácido lisérgico, más conocida como LSD. Los psicodélicos son un tipo de drogas que producen alteración de la realidad, del pensamiento y de la conciencia, lo que puede dar lugar a alucinaciones. Los psicodélicos pueden incluir sustancias naturales como las setas alucinógenas, que tienen sustancias como la psilocibina, de la que hablaremos hoy, y el peyote, que es un cactus pequeño que contiene mescalina, otro psicodélico. Otros psicodélicos son sintéticos, como el LSD y el mdma, también conocido como éxtasis. El éxtasis también se llama MDMA por su composición química, que es 3,4- metilendioxi-metanfetamina, y que como habras posido apreciar en el nombre, se deriva de la anfetamina. Por tanto, psicodélicos importantes: LSD, psilocibina, MDMA o éxtasis y mescalina. Otro bastante conocido puede ser la ayahuasca y la ketamina, que a dosis altas también puede tener propiedades psicodélicas o incluso el cannabis a ciertas dosis. Como veis, hay bastantes psicodélicos o sustancias con efectos psicodélicos, pero hoy vamos a centrarnos en una en concreto: la psilocibina. Aunque probablemente en un futuro cercano iremos tratando otros como el cannabis, el MDMA o el LSD.
