La temperatura de los tejidos profundos del organismo, o temperatura «central», suele permanecer muy constante, con un margen de ±0,6 °C, salvo por ejemplo cuando tenemos fiebre. De hecho, una persona desnuda puede exponerse a temperaturas tan bajas como 13 °C o tan altas como de 54 °C con un aire seco y mantener una temperatura central casi constante. Por tanto, los mecanismos encargados de regular la temperatura de nuestro cuerpo son simplemente maravillosos. Hoy vamos a hablar sobre cómo funciona este sistema y qué peculiaridades tiene
Enlace al podcast
Compártelo con tus amigos: